La líder de anticapitalistas, conocida por promover el idioma “andalúh”, ha organizado con su grupo “anticapitalistas” un negocio bastante capitalista, un curso de 300 pavos.
No confundir con el campus de Podemos, porque como Teresa se picó con Pablo, han hecho su propio campus con casinos y mujerzuelas. Como Yolanda Díaz haga otro vamos a tener más universidades de verano que hospitales.

300 pavos excepto si vas con tu tienda de campaña, en cuyo caso sólo te cobran 250, te ahorras cincuenta para las litronas y los canutos.
El programa es muy interesante, nadie querría perderse un evento así. El nombre ya tiene enjundia, “feminismos, marxismo, ecologismo, socialismo, antifascismo y luchas sindicales y sociales”. A mí el nombre me sabe a poco, falta la perspectiva de género y la resiliencia.
Ahora vamos a ver los distintos foros que lo componen: feminismo y estrategia revolucionaria (atacar a los machirulos con lianas sobaquiles), origenes y tensiones entre republicanismo y socialismo (en la guerra civil acabaron a tiros entre ellos), comunismo y estrategia (esas dos palabras no pueden ir juntas en la misma frase) y teoría queer (no se me ocurren chistes con eso que no ofendan a 30 o 40 géneros y colectivos).
Ahora conviene recordar que Teresa Rodríguez saltó a la fama con el siguiente vídeo:
Pues si los meninis son sus niños, veamos que le quiere enseñar a los niños de los demás:
Para empezar, empezamos mal, se refiere a “niños, niñas y niñes” pero el curso es de “feminización, así que pobres niños y niñes que les quieren convertir en niñas. Se conoce que tener nepe molesta a Teresa, así que yo en el lugar de Kichi me andaría con cuidado.
El problema es que el curso es para niños de entre 0 y 5 años, que de primeras no creo que tengan capacidades cognitivas para entender algo que la mayoría no entendemos ni con 40 y para seguir, veo más probable que a esas edades se sientan superman o pikachu que un no binario fluido con ecoansiedad por el climoso clima climático.
Aún falta la peor parte de este esperpento pero primero veamos otra incongruencia de este evento :
Resulta que el evento transcurrió en Segovia, que por lo visto ahora está en Andalucía, todo el mundo sabe que el acueducto está al lado de la Catedral de Granada.
Y ahora el plato fuerte:
Por alguna razón que no es fácil entender, adoctrinar a menores en una ideología que ha acabado con la vida de más de cien millones de personas es algo que se considera normal en este país. Ahora imaginad el escándalo que supondría lo mismo pero del otro lado.
